Hoy no ha sido uno de los días que más he pasado navegando por este mundo del Internet, sabía que las únicas noticias que me iba a encontrar era sobre las elecciones en Galicia y el País Vasco. No voy a decir que no me interese lo que ocurra en mi país, pero una vez que he visto los resultados de un lado y de otro, no me gusta perder mucho más tiempo de mi vida leyendo o escuchando debates saturándome sobre el tema, en un par de días o una semana, me informaré de una forma más resumida.
Así, en mi poco tiempo que he dedicado a buscar algo de Palma del Río en la red, me ha aparecido hoy en el youtube un video que al principio me pareció una broma de las típicas que cuelgan los jóvenes, pero al final resulta ser de un programa radiofónico llamado La Esfera, en el que han realizado una investigación sobre ciertos fenómenos que ocurrieron en nuestra localidad.
A pesar de haberlo colgado hoy en el youtube, por lo visto se trata de una investigación realizada hace más de dos años en una casa de nuestra localidad en la que en algunas ocasiones se escucha la voz de un niño llamando a su madre. Para mí que esto lo he escuchado antes, ¿Cuántos niños hay por ahí muertos buscando a su madre? He visto el video y no reconozco la casa en cuestión así que no voy a poder ir a comprobarlo, ahora os pongo el enlace del video para ver si alguno lo reconoce.
Cuando se ve el video se observa la preparación que tienen de materiales como el propio autor indica tales como ‘Grabadora de casetes, grabadora de microcasetes, grabador MP3, dos brújulas, cámaras fotográficas analógica y digital, termómetros, walkie talkie, cámara de video, televisor y un montón de cachivaches’, pero a mi lo que más me ha sorprendido ha sido como todo ha sido corroborado por el perro y el gato que tienen en la casa. Cito de forma literal para que no digan que me lo invento:
‘Es de hacer notar que en la casa existen dos mascotas, un joven perro de apenas 4 meses de edad y una gata. Si el comportamiento del perro era normal la gata en varias ocasiones había descendido de las plantas altas de la casa corriendo, bufando y con el pelo erizado a ocultarse bajo la mesa del comedor.’
Con estas pruebas tan irrefutables, yo creo que no hay nada más que decir sobre el tema. De todas formas, para las personas de fuera de Palma que quieran venir a conocer nuestro pueblo, por favor, aunque es verdad que se ven algún que otro gato por ahí, que no tengan miedo que por suerte no suele haber muchos niños llamando a su madre que no sean de carne y hueso.
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